Ni siquiera él. Ni siquiera Lionel Messi logró imponer su clase en el pálido empate de Argentina en Venezuela. De regreso a la selección después de 88 días (no jugaba por una lesión sufrida en la final de la Copa América, frente a Colombia), al astro le costó hacer pie en un campo visiblemente afectado por la lluvia y, aunque levantó en el segundo tiempo, se despidió de la cancha con sensaciones encontradas. Por un lado, el fastidio por el estado del terreno de juego, que no permitió plasmar en la cancha la idea de Lionel Scaloni. Por el otro, la felicidad por su retorno a la selección y la posibilidad de reencontrarse con el público albiceleste el próximo martes, contra Bolivia.